Educación y capacitación de los jóvenes sobre el clima

Quito, Ecuador

Global Shapers Community es una red de activistas jóvenes que asumen un rol activo para forjar el futuro mediante la generación de diálogo y soluciones para lograr cambios. Recientemente, el centro de Quito de la comunidad fue elegido como uno de los cinco ganadores del Desafío de Subvenciones para el Clima y el Medioambiente, iniciado por la asociación entre Rosamund Zander, The Climate Reality Project y el Foro Económico Mundial.

La crisis climática es un desafío grave que requiere medidas urgentes para evitar consecuencias cada vez más extremas. Pero los miembros del centro de Quito de Global Shapers, incluidos Diana Guevara Duque, José Carlos Aucancela López y Patricia Proaño Cuenca en Quito, Ecuador, se dieron cuenta de que, a veces, se necesita un poco de tacto para enseñar un tema difícil.

El centro de Quito de Global Shapers Community reconoció que en muchas escuelas faltaba un plan de estudios sobre el clima. Al ver la oportunidad, los activistas desarrollaron un conjunto de materiales atractivos y entretenidos para los niños.

Si bien llegar a los jóvenes era fundamental, siempre comprendieron que su audiencia era, en realidad, mucho más amplia, dada la capacidad de los jóvenes para influir en los mayores y enseñarles.

“Los niños tienen el poder de implementar cambios y acciones en sus familias y comunidades”, señalaron los diseñadores del programa. “... Aunque el contenido era para los niños, los padres también lo aprendían”.

 Para obtener más información sobre la acción climática en América Latina, consulta la página de Climate Reality América Latina en https://www.climatereality.lat/

En sus propias palabras

¿Qué problema detectaron?

Revisamos el plan de estudios de las escuelas primarias y notamos que faltaba contenido sobre el cambio climático y el medioambiente. Nuestro proyecto “Niños Líderes del Medioambiente” (Children Champions of the Environment) tiene como objetivo generar participación y conciencia ambiental entre los niños. Aprender sobre el cambio climático a una edad temprana puede marcar una gran diferencia para ellos y para las vidas de sus familias. Ellos retienen esta información y crean una generación que influencia las acciones de los miembros de la familia y, al mismo tiempo, los educa.

¿Cuál fue su idea o propuesta para resolverlo, y el resultado o visión final que querían lograr?

Para crear una comunidad con conciencia medioambiental, debemos atraer a los niños y a sus familias. Nuestro enfoque era hacer que los temas sobre el cambio climático, la importancia de la biodiversidad (entorno regional), la administración de agua y desechos, y la soberanía alimentaria (productos locales) fueran entretenidos, interactivos y comprensibles. Para lograrlo, desarrollamos materiales educativos con diferentes tipos de personajes que acompañarían a los niños a lo largo de las diferentes clases. Descubrimos que el uso de juegos, cuadernillos y videos animados generó mucho entusiasmo tanto en los estudiantes como en los maestros. Para cuando salían del aula, les proporcionamos kits para que construyeran su jardín en casa y alentamos a los estudiantes a hablar con sus padres y familiares sobre estos temas.

¿Por qué esta solución es importante para su país y comunidad?

Los niños tienen el poder de implementar cambios y acciones en sus familias y comunidades. Si bien estos materiales educativos están orientados a una audiencia más joven, sus padres y hermanos asistían a las clases con ellos. Ayudamos a cambiar estas ideas sobre la importancia del clima dentro de la familia. Ellos reflexionan sobre las medidas que toman y los cambios que pueden implementar. La pandemia de COVID-19 aumentó la necesidad de que los hogares tuvieran sus propios alimentos; nuestros temas sobre el aumento de la conciencia y el conocimiento sobre la producción de alimentos, el tratamiento de residuos y la jardinería urbana tuvieron una buena recepción por parte de los miembros de la comunidad.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que tuvieron o enfrentaron?

El mayor desafío fue la pandemia, ya que las escuelas estaban en el proceso de explorar el aprendizaje híbrido o remoto. El aprendizaje presencial y el aprendizaje remoto tienen diferentes enfoques, y nuestro proyecto debía estar disponible en línea. Por supuesto, intentar conectarse directamente con el director de la escuela e involucrar a las autoridades de la escuela también supuso un desafío. También nos pareció más fácil trabajar con escuelas que tenían conciencia medioambiental e incluían educación ambiental en sus programas. Pero sabíamos que era importante implementar esta información en el plan de estudios regular.

¿Quiénes fueron las partes interesadas o socios clave que trabajaron con ustedes?

Las principales partes interesadas fueron las escuelas con las que trabajamos, así como la Secretaría Ambiental del municipio aquí, en Quito. Ayudaron a proporcionar una lista de escuelas de la ciudad para que nos comuniquemos y trabajemos con ellas. Los directores y maestros de la escuela estuvieron muy involucrados, ya que necesitábamos recibir su aprobación para trabajar con sus estudiantes. En cuanto al contenido, se creó con la ayuda de expertos que tienen experiencia en educación infantil. Ayudaron a desarrollar los juegos, el cuadernillo y los cuentos. La comunidad fue otra parte interesada clave y, desde nuestro proyecto, agregamos miembros nuevos para trabajar en nuestro próximo proyecto. Cada miembro que se agrega al centro genera una energía nueva e ideas originales para implementar. Llevan ideas de cambio y proporcionan actividades para que la comunidad avance con este proyecto.

¿Cómo movilizaron a las personas para que tomen medidas?

Aprendimos a comunicarnos con los niños de manera que entendieran lo que intentábamos decir y usaran este conocimiento no solo para las clases, sino para su vida. Queríamos lograr efectos duraderos, así que al crear contenido que resonara en ellos, vimos mucha participación y compromiso. Fue una gran experiencia ver cómo los maestros alentaron a los niños a vestirse como plantas en la ceremonia de graduación. Ver las sonrisas de los niños nos mostró cómo tomar estas pequeñas medidas crea un círculo de buenas acciones que se pueden replicar para generar un impacto en el cambio climático.

¿Qué perspectivas, ideas o sugerencias ofrecerían a alguien que busca tomar medidas similares?

Comprender a quién se le habla es la base cuando se trata de proyectos de educación medioambiental. El contenido para adultos no será igual al contenido para niños, ya que el contexto, el vocabulario y el enfoque son diferentes. Teníamos expertos que estaban familiarizados con la creación de cuentos cortos, cuadernillos y educación para niños que ayudaban a crear el contenido de los cursos de aprendizaje en línea. Debe ser interactivo y atractivo, e incluso vimos que aunque el contenido era para los niños, los padres también lo aprendían.

¿Cómo promovió la equidad o la justicia en su comunidad el proyecto que crearon?

Nuestro centro y los valores de la comunidad siempre se han concentrado en la inclusión. Nuestro objetivo es integrarla en cada proyecto que nos proponemos hacer. La movilidad representa un desafío en nuestra ciudad, ya que puede llevar dos horas llegar de un lado de la ciudad al otro. Esto deja afuera a muchas comunidades y escuelas que no están ubicadas en el centro de la ciudad o áreas muy pobladas. Queríamos trabajar en escuelas que con frecuencia se pasan por alto o con las que Shapers no haya trabajado anteriormente.